Una década. Ese fue el tiempo que le tomó a Pequeña Escala, la nueva línea de Viña Santa Cruz, nacer. Durante todos esos años se fue entendiendo el viñedo, el clima y la adaptabilidad de ciertas variedades. Este camino lo comenzó a recorrer, en cierta forma, la enóloga asesora de ese entonces, Ana María Cumsille, una posta que luego tomó su colega Guillermo Cárdenas, quien lleva 18 años trabajando en esta viña, y Yerko Moreno, en un rol de consultor.
El nombre de esta nueva línea se debe a que se trata de plantaciones y producciones que no superan la media hectárea, las cuales tienen un trabajo meticuloso y manual durante todo el año.
Desde cierta altura el verdor del campo contrasta con el azul profundo del cielo, que es separado por algunas colinas. Justamente esa es la anatomía de este sector del viñedo, ubicado en Lolol, comuna de Colchagua, en la Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. Estar a 42 kilómetros en línea recta del mar permite que la brisa ayude a mitigar los excesos de temperatura en el verano, condición idónea para vinos más frescos y ciertas variedades tintas como Merlot, Syrah, Merlot y Carmenere, que son las que nacen en el lado sur, conocido como El Peral. En oposición, en el norte, está el viñedo Huaico, nombre que alude a grandes derrumbes de lodo y piedra que va formando los suelos, que es lo que pasa en este campo donde se ha plantado Touriga Nacional, Garnacha y Mourvedre, y de dónde nace Pequeña Escala.
Estas variedades las colocamos después de 15 años de haber existido Cabernet Sauvignon en la zona, el que fue muy atacado por un hongo de la madera y se hizo un replante. Estas variedades fueron la prueba para ir viendo hacia dónde nos dirigíamos”.
Este lanzamiento, que marca un nuevo estilo de vinos para la viña, se realizó en un momento importante: la conmemoración de dos décadas de historia de Viña Santa Cruz.
Quiero expresar mi tremenda felicidad por haber alcanzado 20 años de desarrollo de esta viña junto a mi familia y de haber logrado integrar esta tradicional actividad productiva, típica de nuestra zona de Colchagua, al desarrollo social junto a la difusión de la cultura y del enoturismo. Lo que estamos haciendo hoy día se ha traducido en un mejor bienestar y mejor desarrollo sociocultural para nuestra gente y para todos quienes nos visitan, lo que nos llena de orgullo, agradecimiento y humildad”.
Esta línea busca alcanzar vinos más frescos, elegantes en nariz y con estructura en boca, que sean una expresión de su terroir, Colchagua Costa.
Aquí, el detalle de cada una.
☆ PEQUEÑA ESCALA – PAÍS
VINO: Este vino ya existía como Santa Cruz País, pero ahora da un vuelco para entrar en este portafolio. Las uvas de este vino son las únicas de la línea que no son propias y son compradas a diferentes productores con parras de más de 100 años.
AÑO: 2022.
VALLE: Colchagua Costa.
VIÑEDO: Se encuentra en Quiahue y su clima es mediterraneo templado. El año de plantación de sus parras se remonta a 1920.
CRIANZA: 12 meses en barricas de roble francés de 9° uso.
NOTA DE CATA: De color rojo cereza brillante. Gracias a su nariz ya sabes que se trata de un País, pues la fruta roja toma protagonismo, con un final elegante de cuero. Vibrante y jugoso en boca, con una buena acidez y frescura. Al final se percibe una leve nota a café, producto de su paso en barrica.
MARIDAJE: Ideal para partir, por lo que es un buen compañero de un picoteo de frutos secos, charcutería, como jamón serrano, y quesos maduros. También puede llegar a la mesa para acompañar un plato de porotos con riendas.
☆ PEQUEÑA ESCALA – TOURIGA NACIONAL
VARIEDAD: Esta es una de las cepas emblema de Portugal, donde se consume como varietal o fortificado. Con respecto al área plantada, le sigue Sudáfrica, con 115 hectáreas (ha), y luego Estados Unidos, con 100 ha. En Chile, explican desde la viña, existen 7 ha, de las cuales media están en Viña Santa Cruz. “Se ha adaptado muy bien a este suelo y clima”, afirma Guillermo.
AÑO: 2022.
VALLE: Colchagua Costa.
VIÑEDO: Lolol, sector La Hacienda, donde hay un clima meditérraneo templado y sus parras fueron plantadas en dos fases, 2019 y 2020. La cepa está cultivada en el Huaico, la zona más cálida del fundo.
CRIANZA: 10 meses en barricas de roble francés de 5° uso.
NOTA DE CATA: De un color violeta intenso y profundo. Flores, como jazmín y rosa, inundan tu nariz, volviéndola particularmente seductora. Pero no hay que confiarse porque su aroma delicado se contrapone a una boca potente, con personalidad, de taninos presentes, con una marcada astringencia, pero sedoso a la vez. Su nota floral no se pierde, sino que se funde con la fruta roja y un toque especiado, como de pimienta blanca.
MARIDAJE: Por su estructura y taninos potentes va bien con carnes grasas, como cordero y cerdo, incluso, ciervo. Por lo mismo, puede ser otro invitado cuando se prende la parrilla o hay una tabla con charcutería potente y quesos con personalidad.
Llevamos 10 años tomándole la mano. El desafío es diario, en la uva, con el campo, y en la bodega, porque llevamos poco y aún no sabemos cómo va a responder. Estamos viendo también el tema de la barrica y la crianza. Estamos súper conformes con el resultado, pero todavía la estamos conociendo”.
☆ PEQUEÑA ESCALA – GARNACHA
VINO: Esta variedad tiene 10 años en este campo y es un componente histórico de uno de los vinos íconos de la viña: Make Make, que se lanzó el 2015. Es la primera vez, dentro de Viña Santa Cruz, que salta como monovarietal.
VARIEDAD: Originaria de España. Es la cepa con la que se empieza la vendimia, es decir, se cosecha entre el 10 o 20 de febrero. Es una variedad de ciclo corto, pero muy productiva.
AÑO: 2022.
VALLE: Colchagua Costa.
VIÑEDO: Lolol, sector La Hacienda, donde hay un clima meditérraneo templado y sus parras fueron plantadas el 2012. La cepa está cultivada en el Huaico, la zona más cálida del fundo, justo a los pies de las terrazas.
CRIANZA: 12 meses en barricas de roble francés de 4° uso.
NOTA DE CATA: De color púrpura cautivamnte. Con una nariz discreta donde predomina la fruta roja madura y la pimienta, para luego dar paso a una boca potente, sedosa y envolvente. Fresco y jugoso, que te deja con ganas de más.
MARIDAJE: Da el vamos de una junta, un almuerzo o una cena, ya que además de ir bien con quesos maduros y frutos secos, es un buen match de ensaladas que tengan pollo o un componente láctico, como salsas y quesos.
Llegar a este color nos tomó unos seis años de experiencia. Que se muestre bien como monovarietal es súper satisfactorio”.
☆ PEQUEÑA ESCALA – FORTIFICADO
VINO: Nació de una circunstancia, ya que la Touriga Nacional comenzó a dar más fruta de la esperada y se decidió hacer esta prueba con un alcohol vínico que compran.
VARIEDAD: Touriga Nacional + Mourvedre.
AÑO: 2021.
VALLE: Colchagua Costa.
VIÑEDO: Lolol, sector La Hacienda, donde hay un clima meditérraneo templado. Las parras de Touriga Nacional fueron plantadas el 2020, mientras que las de Mourvedre el 2013.
CRIANZA: 24 meses en barricas de roble francés de 4° uso.
NOTA DE CATA: De un rojo oscuro. Su nariz es fructosa y especiada, y evidencia esa nota dulce que caracteriza a los fortificados. Frutos secos y canela se dejan sentir, los que también se perciben en boca, junto con algo de guinda madura y naranja, lo que le aporta una leve acidez.
MARIDAJE: Llegó el momento del postre y con ello del fortificado. Un creme brulée, quesos con dulce de membrillo o un postre que tenga vino son sus amigos predilectos. Ahora, también puede aparecer si hay una tabla con quesos de gran intensidad, como uno azul, o frutos secos.
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