☆ SU HISTORIA: Fue a principios de octubre de 2022 que Kantú llegó a su nueva casa, ese local que antes ocupaba Verde Sazón, y lo hace con una gran reinterpretación del lugar, ya que cuenta con un ondero spot. Sin embargo, la historia de esta marca que se centra en sabores thai, y algunos vietnamitas, es mucho más antigua y se remite a la pandemia, dado que fue a mediado del 2021 cuando la pareja de matrimonio amigos, José Miguel Arenas y Macarena Reyes, por un lado, y Carolina Vidal y Rodrigo Gutiérrez, por el otro, deciden abrir su primer local en un mercado Barrio Italia, específicamente, en avenida Condell. El éxito no se demoró en llegar, al punto que se vieron obligados a buscar un espacio más grande, llegando a la que hoy es su nueva sede.
☆ ESENCIA: Su slogan es Cocina Inadaptada, dado que lo que busca esta marca es ofrecer sabores fieles a las cocinas que le dan vida, con recetas aprendidas en su lugar de origen gracias a los viajes de uno de sus socios, quien tomó clases en Tailandia. Para ser coherente con esta misión, es que varios de los insumos y materias primas son exportadas desde el país correspondiente.
☆ RECOMENDADOS – EN LA MESA: Si bien hay ciertos íconos de la gastronomía thai, la invitación sería a dejarse sorprender por sabores que no se encuentran usualmente en este tipo de restaurante.
Curry de coliflor. Esta receta te cautiva primero por su aroma, el que te seduce en cuanto llega a la mesa. Su montaje, aseguran los dueños de Kantú, es tal como se sirve en Tailandia: el arroz dentro del plato, lo que facilita que se mezclen los sabores y texturas de ese coliflor cocinado con curry rojo y leche de coco. Buena dosis de picor.
Khao Soi Gai. Goloso y power preparación, dado que posee una buena dosis de picor, nivel 3, más una adictiva sopa de curry rojo con leche de coco, que lleva pasta de trigo al huevo, cebolla, unos trozos de un jugoso pollo y un refrescante toque de lemongrass.
Curry Bombs. Son toda una sorpresa estas croquetas de arroz con pollo al curry, de los que hay tres tipos -amarillo, rojo o verde-, ya que no sabes de qué curry te tocará, por ende, desconoces el nivel de picor de cada una. Esta receta está inspirada en la comida callejera de Bangkok, la capital de Tailandia.
Dentro de los clásicos:
Nem. Están elaborados como se preparan en Hanói, en el norte de Vietnam, lo que significa que estos rollitos fritos están hechos con papel de arroz y no llevan diente de dragón. Sin embargo, el crunch no se extraña, ya que su masa da la primera nota crujiente, la que es seguida por la hoja de lechuga que con que se envuelve este rollito que contiene una homogénea mezcla de sabor discreto y buena textura con cerdo, fideos de arroz y verduras. Al comerlo también se le añade una dosis de pepino que se le agrega. Para más frescor, se pone menta y albahaca, y se pueden untar en una salsa dulce de rico picor.
Satay de pollo. Si bien es un clásico, aquí llega en una muy buena versión por el punto del pollo, jugoso y con buena consistencia, dado que es marinado por 24 horas para luego ser preparado en el momento con una salsa hecha en el local a base de maní, curry y especias tailandesas. También hay algo de crocancia, gracias al maní, y cierta dosis de dulzor, algo característico de la receta tradicional. Además, viene con unos nabos y zanahorias encurtidos en vinagre de arroz que le dan un entretenido twist.
Pad Thai. Cuenta con varias versiones: pollo, camarones, vegetariano, vegano y el original, que lleva pollo, tofu y camarones. Esta última se trata de una aromática receta, que también te cautiva desde que aparece frente a ti. Lleva diente de dragón, el infaltable toque de maní, y unos fideos de arroz, en su punto, salteado en una salsa Pad Thai propia. Los sabores y texturas son bastante fieles a la original con un equilibrio entre sus puntos dulces, salados y ácidos.
☆ VEGETARIANO – VEGGIE: Además de su pad thai en versión vegetariana y vegana, y un Satay de Tofu, hay otras recetas.
Ban Xeo vegano. Esta es una receta vietnamita hecha con harina de arroz y rellena de tofu, champiñones y diente de dragón. Su discreto sabor se potencia con una salsa dulce y de leve picor que acompaña. También llega a la mesa una dosis de lechuga, menta, albahaca, zanahoria y pepino.
☆ DULCE: La carta de postres es breve, pero sus recetas cumplen muy bien.
Flan de coco. Suave y delicado postre, por su textura y sabor. La combinación de coco, el caramelo que lo cubre y las láminas de chocolate que acompañan son un acertado match.
Mango Sticky Rice. Uno de los clásicos de los postres de Tailandia es este el terso, fresco y tropical Mango Sticky Rice elaborado con tiras de mango, acompañado de salsa de coco y sticky rice, o arroz glutinoso, un insumo muy tradicional en la cocina asiática y que le da parte de su nombre.
☆ RECOMENDADOS – EN LA BARRA: Tienen Singha, una cerveza pale lager de Tailandia que es un gran match para sus recetas con cierto grado de picor. Además, hay varios destilados.
En coctelería tienen clásica y de autor, esta última queda algo abajo con respecto a lo desarrollado en carta. Se está trabajando en una nueva propuesta.
Dentro de las opciones sin alcohol, cuentan con kombucha y con jugos naturales de su autoría.
☆ EL LUGAR: Una acotada terraza exterior es el primer recibimiento de este local que cuenta con un ondero interior de dos pisos. El rojo es el predominante, pero los detalles que te evocan al Sudeste Asiático le dan un estilo particular. Su cocina abierta es otro de sus plus.