Un recorrido por la escena vitivinícola nacional acompañada de una gastronomía de nivel es lo que ofrece Bocanáriz, restaurante que abrió sus puertas el 2012 en pleno Lastarria con la consigna de tener solo etiquetas de vinos nacionales dentro de su propuesta. Y lo ha cumplido. Y con creces.
Actualmente, este wine bar y tienda, donde están los socios Katherine Hidalgo y Jerome Reynes, destacado empresario gastronómico, cuenta con una nutrida oferta de unos 350 exponentes provenientes de los diversos valles de Chile, incluso territorios no tan clásicos, como el desierto de Atacama o Alcohuaz, que son los viñedos más altos del país; de pequeños y grandes productores; de cepas tradicionales y algunas menos populares, como San Francisco o Cesar Noir. A la lista se suman diferentes alternativas de espumantes, entre ellas los Pet Nat, que vienen en tapa rosca, además de vinos dulces y fortificados.
Los curiosos o amantes del vino pueden adentrarse en este fascinante mundo más allá de la opción por botella, ya que hay por copas, en formato de degustación o vuelos, de los que existen 12 tipos. Esto, porque la idea es que se pueda conocer y jugar con diversos maridajes, por eso, la cocina, comandada desde hace cuatro años por María José Madariaga, hace lo suyo al desarrollar una consistente propuesta que cambia cada cuatro meses, debido a que trabaja con productos de la temporada, pero siempre manteniendo el equilibrio de sabores y jugando con las texturas y contrapuntos.
Una muestra de ello es su actual carta, que revela personalidad, con sabores nada tímidos, dando también cabida a platos vegetarianos y veganos.
Un gran ejemplo es su Ensalada de pera y queso azul, adictiva preparación donde un mix de hojas verdes sirve de cama a la pera, queso azul, nueces garrapiñadas, palta y masa crocante de semillas. Una combinación imbatible en la que encuentras suavidad, crunchi, sabores intensos y donde lo dulce con lo salado están en armonía.
Si se trata de comenzar está el Tartar de Trucha con queso de cabra, palta y almendras crocantes que cautiva de inmediato, lo mismo que las Papas Bravas al estilo Bocanáriz, que son un hit gracias a su bien lograda milhojas y su mayonesa de pimiento y kimchi, de picor elegante. Estos bocados, que se pueden compartir, están geniales para jugar con el Vuelo Los Exóticos compuesto por la Riesling de Sierras de Bellavista [Colchagua Andes], Naranjo de Maturana Wines [Maule] y Garnacha de Pérez Cruz [Maipo Alto].
En el mundo de los Tiraditos está la pesca del día [que puede ser lisa o corvina, como fue este caso], una receta intensa, de picor sutil, y con una crocancia que te sorprende cada tanto, gracias a que va con palta, crema de ají amarillo y de betarraga, que aporta una nota terrosa; y con vegetales asados, con unas zanahorias y pimentones que aparecen justo en su punto, y que son elevados gracias a una ricotta al limón, que entrega un contrapunto con su justa acidez, como también lo hace la leche de tigre de wakame, mientras que la textura está a cargo de una quinoa crocante y el frescor de una dosis de cilantro.
En los fondos están unos aromáticos y tersos Ñoquis, elaborados allí, con espuma y crocante de topinambour, con varias capas de sabor en la que lo ahumado, terroso y dulce se encuentran para llegar a una delicada armonía
La Lengua braseada con un notable cremoso de mote trufado con champiñones y papas también se lleva las miradas y es uno de los preferidos, a su vez que en el lado marino seduce con unos Conchiglioni de langostinos llenos de sabor que se potencian gracias a una reducción y una dosis de queso grana padano y tocino.
El lado dulce de Bocanáriz también está en las grandes ligas, pues presenta equilibrio en el dulzor, técnica y preocupación en el montaje, siendo un ejemplo su gran Esfera de chocolate blanco, maracuyá y albahaca con helado tropical, o la versión vegana del Prestigio, elaborada con crema de coco, chocolate, coco rallado y piña caramelizada.
Si bien acá también hay coctelería clásica y de autor, la que se vio potenciada después de la pandemia por la alta demanda, aún le faltan ciertos ajustes, pero uno que destaca es Dama Naranja, una creación de espíritu floral y especiado elaborado con pisco Gobernador macerado en romero, syrup de damasco, limón, agua tónica y Naranjo Maturana Wines, que aparece sutilmente al final, como haciendo un guiño a que esta bebida hecha de uva es la columna vertebral de esta interesante y consolidada propuesta que ha logrado mantenerse fiel a su esencia: ser la vitrina del vino chileno.
☆ ¿DÓNDE?: José Victorino Lastarria 276, Santiago. Para ver dónde está pincha AQUÍ. ☆ LO.
IMG + TXT ©️ / Visitado en septiembre 2023