Nosso significa ‘nuestro’ en portugués. Y es justamente eso lo que quiere evocar este restaurante y bar que se encuentra en Ipanema, Río de Janeiro, Brasil: ser una casa híbrida, acogedora e inclusiva, donde tanto la cocina como la barra fueran igual de importantes. 50 y 50.
Así lo explica Bruno Katz, uno de los socios y quien está a cargo de los fogones de este lugar, con capacidad para 120 personas en sus tres pisos, donde primero se luce la barra, que es acompañada de un par de mesas; un segundo nivel con diversos espacios; y un tercero donde se encuentra su terraza.
Nosso nació en el 2016 con la idea de ser un punto de encuentro donde las personas se sintieran como en su hogar, de un aura relajada, sin embargo, ha sido la gente que lo visita la que le ha impuesto un aire de cierto glamour. Una forma de revertir en algo este fenómeno y democratizar su acceso es que funciona sin reserva.
Es viernes por la noche y el lugar está lleno. En la barra las cocteleras se sacuden todo el tiempo, pues desde ella salen recetas tradicionales, reversionadas y de autor, las que son creadas por el bartender y también socio, Daniel Estevan.
Una es Highball do Caparaó, haciendo alusión a una zona de la región de Espírito Santo, famosa por su Denominación de Origen de café, ya que este es uno de los ingredientes de esta transparente, fresca y ligera creación que aparece en formato de soda, regalándole unas suaves y entretenidas burbujas, además de un impronta aromática a la combinación de vodka Grey Goose y oleo de coco, mezcla que le entrega un espíritu tropical. Además, trae de garnish una lámina de 70% de cacao que es un gran match.

Siguiendo en la línea translúcida y en la que el frescor y equilibrio mandan, está Melona, un cocktail que será parte de la nueva carta que cambiará en julio, al igual que la de cocina, ya que ambas se renuevan en dos oportunidades del año, a mitad y en diciembre. Tequila, soda de melón hecha por ellos y una solución salina, que amalgama ambos ingredientes y hace que evoque una especie de Paloma, son los insumos que componen esta encantadora receta muy fácil de beber.
Los amantes del Negroni podrán encontrar varias opciones. Es más, hay todo un apartado de reversiones de los más diversos estilos, como Negroni Na Brasa, nombre que alude al hecho que el Campari pasa por una olla con carbón, lo que le da un toque ahumado a esta variación de impronta potente, pero fina, que va con gin Bombay Sapphire y 1757 di Torino.
En lo que respecta a la cocina, el camino es bien amplio y diverso, abarcando desde recetas para compartir, entrantes, fondos, con alternativas vegetarianas, sin dejar fuera los dulces. La tendencia general es el equilibrio de sabores, preparaciones con personalidad en la que se mezcla lo dulce, salado y picante, donde las texturas tienen un rol importante.
Vengo de la escuela francesa, pero hago lo que se me canta, lo que me gusta y la onda asiática es lo del momento”.
Y esa nueva influencia se nota. Una ejemplo es el suave y fresco Tarashi de Atum a base de unos cubos de atún que van con una salsa oriental, que aporta un leve picor, más kewpie [mayonesa japonesa], arroz y alga nori crocante que le regala cierto crunchi a este plato donde se mezcla de forma ecuánime lo salado con lo dulce.

Otro es su Stake Tartare Oriental que va con shoyu, semillas de sésamo, cebolla, chilli crispy y crocante de papas, que llega con un particular montaje, que le da un estilo más juguetón e interactivo a esta preparación de sabores profundos, estando al borde de su límite de sal.
A la lista se suman los Dumplings. Actualmente en carta está el de camarón, el que pronto será reemplazado por uno de cerdo que dentro de la suave masa, que va dorada por un lado, tiene esta carne preparada con jengibre y chili japonés, e va cubierta de sésamo y rodeada de un demi glace que le da otra capa de sazón donde se cruza en buena sintonía lo salado, dulce y picante.

Dentro de los clásicos, pues no ha salido en los ocho años de Nosso, está el Ceviche de la Pesca del Día, en este caso dorado, que va con una leche de tigre de ají amarillo, papa dulce, canchas peruanas, aceite de cilantro y un sorbet de mango picante que es todo un acierto, pues aparece con un picor marcado y una juego de temperaturas que sorprende.
Entrando en los fondos está el vegetariano Mezze, que es un falafel de la casa con hummus, tahine, berenjena, cuajada, rábanos pickle y hojas de menta que dan frescor a esta receta de marcada impronta árabe, que tiene diversas texturas y puntos de acidez.

¿Final dulce? Claro. Dama de Branco, que en portugués significa ‘Dama de blanco’, es una gran elección, pues lleva un notable mousse de chocolate blanco y yogur griego, que te deja volando alto por su sabor y cremosidad, jarabe de moras, frutillas frescas y un sorbet de frutilla y angostura, aceite de Capim [fruta de Brasil], limón y pimienta, logrando diversos matices en los que resalta la fruta, que se funde en la nota láctica, sin perder frescor.
Y es así cómo con una barra y cocina de buen nivel, cada una con su personalidad bien marcada, pero que a la vez conversan para crear una armónica sinfonía, es como Nosso logra convertirse en un nuestro.
☆ ¿DÓNDE?: R. Maria Quitéria, 91 – Ipanema, Rio de Janeiro. Para ver dónde está pincha AQUÍ. ☆ LO.
📍#RíodeJaneiro #Brasil
IMG + TXT ©️ / Visitado junio 2024