Una puerta, como cualquier otra de las que hay en el Bar La Providencia, es la que te lleva a El Speakeasy, ese espacio exclusivo y escondido que funciona de martes a sábado dentro del mismo restobar, pero para el que necesitas reservar, ya que así podrás acceder a la clave que cambia a diario y que es tu llave para ingresar a este atractivo lugar que nació en marzo de 2023.
Y es que justamente esa es la esencia de los speakeasy, esos bares clandestinos que nacieron en Estados Unidos en los años ‘20, durante la Ley Seca, tiempo en el que se vendía alcohol de forma ilegal, mientras los clientes debían hablar bajo para no levantar sospechas. De ahí el nombre de este concepto. La idea de replicarlo nació porque justamente los dueños de Bar La Providencia, el matrimonio compuesto por Paula Nazal y Daniel Hernández, más Eduardo Cid, se reunían en este espacio durante la pandemia para conversar de la situación de ese entonces.
Una vez que cruzas el primer umbral y das la contraseña, se abre frente a ti un pequeño mundo, para no más de 15 personas, donde predomina el rojo, pues la luz es tenue y de ese color, y las paredes están cubiertas de cortinas de terciopelo oscuro, detalles que le dan una impronta elegante y sensual. También hay un par de mesas, un sillón grande y una barra protagonista, pero discreta, la que está a cargo de Agustín García, pero que es comandada por Brain Costa, en conjunto con Paloma Gouet y Victoria Vera.
Este espacio cuenta con una carta independiente, tanto en la barra como en cocina, lo que le da un sello particular. Acá te encontrarás con una importante selección de cocktails clásicos, 44 posibilidades, algunas no del todo populares como Martínez, Sazerac o Last World, y una interesante propuesta de autor con ocho creaciones y reversiones.
Truficillin es ideal para los amantes del Penicillin, su inspiración, dado que está hecho con whiskey, manteca tostada y trufa, miel caramelizada de jengibre y jugo de cítricos más un crocante de miel y trufas, por lo que es de perfil cítrico con un leve toque ahumado. De entrada te cautiva por su aroma y luego por su sabor, en que todos los ingredientes están en balance, mientras que la trufa, presente en justa medida al igual que el jengibre, le da otra profundidad y capa de sabor.
Bosque Encantado es uno de los más llamativos, dado que su particular vaso realizado a pedido al ceramista de Biophilia Estudio permite que salga vapor y luces, pues, como bien dice su nombre, está inspirado en un bosque húmedo y, por eso, lleva ron añejo, siete especias, plátano, limón y bitter de cacao, logrando que refleje ese espíritu terroso, especiado, donde la madera y lo cálido toman protagonismo.
Un fresco y Amargo Oportunista está creado con Jack Daniels Gentleman; oporto de ciruela y eucaliptus; Campari; y Vermut Rosso y Rosado, por lo que es seco, power, amargo con un dejo goloso gracias a la ciruela.
Martini Espumoso es una mezcla de dos clásicos: Vesper Martini y Bloody Mary, razón por la cual va con un blend de vodka, Lillet Blanc [aperitivo francés elaborado con una mezcla de vinos blancos e infusiones de frutas], Saint Germain, que aportan un lado dulce y herbal, más agua de tomate elaborada en el lugar y bitter de naranja. Lo corona un pincho con aceitunas rellenas de mermelada, que son un tremendo garnish. En general, se trata de un cocktail fresco, herbal y refrescante que va evolucionando. El dulzor del tomate juega de forma interesante con la salinidad de las aceitunas. Posee una buena espuma.
Un Cleri Elegante está elaborado con vino blanco cocinado con huesillo al vacío, blend de frutas cítricas [naranja, pomelo y maracuyá], Vermut Dry con chocolate blanco y Frangelico [licor de avellanas]. El resultado es una receta especial, elegante, con capas de sabores, fresco, con algo de cuerpo y una nariz golosa. Buen match entre lo dulce y lo cítrico. En otras palabras, un bombón hecho cocktail.
Pasando ahora a la cocina, hay una propuesta acotada de cuatro platos y una tabla, la que está comandada por la misma chef de La Providencia, Konstanza Sanhueza. Dentro de esta selección están las adictivas Croquetas de Gascuña, rellenas de confit de pato, mandarina, mayonesa dulce y cebolla encurtida, que le da un contrapunto a esta envolvente opción, que tiene mucha personalidad, algo crunchi y una nota fresca que va bien con lo dulce. A la lista se suman las Tostadas Catalanas con un pan de masa madre, un genial mascarpone de la casa, lomo curado traído desde Concepción, aceto balsámico y fruta de estación, es decir, explosión de sabores donde lo dulce y lo cítrico conversan y se entienden muy bien. La Tabla de María Antonieta se escapa al tradicional formato que esperamos, ya que es en altura y en los diversos pisos encontrarás una muy buena selección de quesos, salsa, charcutería y encurtidos de la casa.
Su atmósfera chic y sensual, con una estética bien cuidada y preocupación por los detalles, potenciada con una música ad hoc y una especial propuesta de carta, tanto de coctelería como de cocina, hacen de este un espacio único ideal para vivir un momento especial, sorprender, pasar inadvertido o, simplemente, disfrutar. Lo que sí, recuerda pedir la mesa que al lado del baño. Ellos lo entenderán…
☆ ¿DÓNDE?: En el Bar La Providencia. Av. Isabel La Católica 4208. Las Condes, Santiago. Para ver dónde está pincha AQUÍ. ☆ LO
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