#VALPARAÍSO #CHILE – Ayca La Flora

<strong>Loreto</strong>  Oda Marín

Loreto Oda Marín

Periodista y licenciada en comunicación social con un hambre gigante por todo lo que tiene que ver con gastronomía, coctelería, hotelería y viajes.

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Este hotel boutique con vista a la bahía está lleno de detalles, no solo en sus habitaciones, sino también al desayuno cuando se pueden degustar insumos realizados en el lugar, lo que revela la historia de amor y el cariño que hay detrás.

☆ ENFOQUE: Ayca La Flora es un proyecto boutique que está pensado en un viajero que aprecia los detalles y que busca disfrutar tanto de Valparaíso, ciudad Patrimonio de la Humanidad en Chile, como del mismo hotel, siendo el relajo un factor dentro de la ecuación. Por eso, en esta casa patrimonial hay espacios pensados para el descanso, la lectura y el compartir, como una hamaca junto a una fuente de agua, una pérgola y una terraza de tamaño discreto al aire libre con mesas y sillas con vista a la bahía. 

☆ HUÉSPEDES: Es transversal, puede ser desde jóvenes hasta personas mayores que busquen quedarse en el corazón de Valparaíso para recorrerlo a pie con calma. Por su estructura, es ideal para parejas que quieran  una escapada o un fin de semana de relajo. También para el viajero solo que quiere algo más personalizado. Si bien, van familias, no es el fuerte. Hasta el momento, el 80% de los visitantes son turistas.

☆ HABITACIONES: Ayca La Flora cuenta con 11 habitaciones, cada una con su color, personalidad, detalles y nombre de flor particular. Estas se distribuyen entre la casona que data de 1945, y que al ser patrimonial está protegida, y en una nueva dependencia, construida recientemente, pero que logra mantener el espíritu de la marca.

Las habitaciones no cuentan con televisor ni ningún otro dispositivo que pueda entorpecer el descanso. Sus camas son cómodas y todas cuentan con un respaldo de tela, que son lavados cada vez que los huéspedes terminan su estancia. En todas hay un silbato, para caso de cualquier emergencia, y una botella contenedora de agua, tipo trekking, de regalo.

Una de las habitaciones del lado más moderno de la casa.

En el último piso de la casa hay una suite que tiene una cama matrimonial, otra pequeña, y un balcón de tamaño preciso, con una mesa antigua de hierro, y vista a la bahía, lo que la convierte en la más codiciada para el Año Nuevo. En el otro lado del hotel, hay una habitación dúplex, por lo que en el segundo nivel hay una cama pequeña adicional. 

Un ejemplo de los detalles en los baños: los lavamanos son fuentes de cobre adaptadas que fueron compradas a gitanos.

☆ BAÑOS: Los detalles tampoco quedan ausente en los baños. Por ejemplo, los lavamanos son fuentes de cobre adaptadas que fueron compradas a gitanos. Cuenta con amenities adosados a la muralla, dentro de los cuales hay una fragante crema de cuerpo, algo no del todo común. Hay habitaciones que disponen solo de ducha y unas pocas también con tina. La presión es buena, por lo que el agua logra óptimas temperaturas sin problema.

☆ ÁREAS COMUNES: Con vista al mar y al jardín hay un espacio con mesas, que es donde se toma el desayuno, y donde encuentras un dispensador de agua a libre disposición. Antes de eso hay un pequeño living, muy típico de casa antigua, donde se exhiben insumos que están a la venta, como los mismos cojines de las habitaciones -que fueron bordados por los dueños-, artesanía y productos para comer.

En el jardín hay un par de mesas, tanto bajo el parrón como en una pequeña terraza, donde hay un cañón de un galeón con más de 300 años. Subiendo por una escalera inglesa, con un siglo y medio de historia, se llega a un balcón que está adosado a las habitaciones que están en el segundo piso, y que tiene una vista genial al puerto. 

En otro sector del hotel, a un costado de una fuente de agua, con forma de bote y con peces en su interior, hay un par de hamacas, siendo un rincón ideal para el relajo.

☆ SPA – GYM: No tiene.

☆ RESTAURANTE PROPIO: No tiene.

☆ DESAYUNO: De las 8:30 a las 10:30 horas. Es un desayuno bastante típico, pero con sus joyitas, puesto que además de unos huevos fritos o revueltos, mantequilla, palta que proviene del árbol que está en el jardín, hay insumos hechos en el lugar como mermeladas y cierta bollería. Tienen café de grano.

☆ BAR: Si bien el local no cuenta con patente de alcohol, sí te reciben con un pisco sour de cortesía.

☆ CHECK IN: 14 horas.

☆ CHECK OUT: 11 horas, con opción de late check out previamente conversado.

☆ INTERNET: Wifi en óptimas condiciones.

☆ ACCESO PARA PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA: Sí, en la parte más moderna del hotel.

☆ ESTACIONAMIENTO: Estacionamiento en el lugar y de pago.

☆ OJO: No se aceptan mascotas y niños a partir de los 12 años.

Alex Lagos y Anne-Charlotte Schöllhorn.

☆ HISTORIA: Para el viñamarino Alex Lagos el mundo de la hotelería no le es ajeno, pues trabajó 15 años en Hotel Amazonas, en Perú. En eso estaba cuando una pasajera le robó el corazón. Era el 2014. Anne-Charlotte Schöllhorn andaba en el último tramo del viaje que realizaba junto a sus hijos, muy alejada de la idea de encontrar el amor. Pero pasó. En esa época ambos quedaron contactados por correo, hasta que decidieron estar juntos formalmente. Siempre pensaron en tener un hotel boutique. En un principio, la idea era que fuera en Valle Sagrado, Machu Picchu, pero luego se dieron cuenta que adquirir un terreno no era nada fácil. 

En un viaje a Alemania, de donde es Anne, un primo de ella que trabaja en turismo les sugirió que pensaran en Valparaíso. Al ser ciudad Patrimonio de la Humanidad no podía ir mal. Les pareció buena idea. Durante un año vieron más de 200 casas. Era el 2016. 

En una de las tantas visitas dieron con la que hoy es Ayca La Flora, una casona declarada patrimonio que había estado abandonada por una década. Estuvieron tres años entre permisos y reparación, ya que como los padres de ambos eran carpinteros, los dos aprendieron y le agarraron el gusto al oficio, haciendo ellos mismos varios trabajos. En eso estaba cuando los agarró la pandemia, un tiempo que dedicaron para enfocarse en los detalles, como bordar todos los cojines, más de cien, de las habitaciones; instalar las antigüedades que habían encontrado tanto en el puerto como los objetos que habían traído de Alemania o de sus viajes por Europa.

El nombre de este hotel tiene dos motivaciones: Ayca, que hace alusión a la unión de los nombres de los dos, y La Flora porque quieren rendir un homenaje a las flores y plantas chilenas y aportar en su conservación. Por eso, cada habitación cuenta con un nombre de una especie distinta, mientras que en el jardín se pueden encontrar algunas, lo mismo que en el terreno que tienen en Olmué, donde buscan reforestar la palma chilena y otras variedades que, quizás, luego se podrán ver en su variado jardín.

☆ ¿DÓNDE?: Subida Concepción 35, Valparaíso. Para ver dónde queda pincha AQUÍ

☆ ¿QUIERES VERLO?: Pincha AQUÍ☆ LO

IMG + TXT ©️ / Visitado en septiembre 2024

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