Tiny Blocks es la nueva línea que acaba de lanzar Calcu con el fin de expresar Marchigüe, en el valle de Colchagua, y para eso es que esta viña decide producir vinos monovarietales, con un mínimo aporte de otras cepas, y basarse en un concepto de segmentación de parcelas particular, que es lo que le da el nombre a este portafolio, y que consiste en trabajar micro terroirs, con distintas formas y tamaños, todos trazados a mano, dado que siguen naturalmente el curso de los cerros graníticos, respetando la geomorfología de sus suelos.
Esta agricultura de precisión no sería muy común en Chile, aunque se trata de una técnica que habría sido ocupada por los romanos durante el imperio. Este proyecto se trata de 166 cuarteles pequeños plantados en lomas de la cordillera de la Costa, a 26 kilómetros en línea recta del océano Pacífico, que van entre los mil a cinco mil metros, de un total de 100 hectáreas, lo que permite potenciar cada una de sus variedades, tener un mejor control de la parra tierra y tener un riego pensado y eficiente, algo importante considerando que se encuentran en el secano costero, lo que implica que no hay ríos cercanos, solo pozos profundos. El suelo es granítico arcilloso, de los más antiguos del país.
«Existen pocos viñedos trazados de esta forma, con esta pasión y dedicación. El campo de Calcu se desarrolló con la ambición de llegar lejos en cuanto a calidad. Buscábamos frescor y suelos con mucha arcilla, ya que, en general, en términos nutricionales son muy fértiles, con muchos minerales, que retienen el agua, la que pasa a la planta de a poco«, detalló Ricardo Rivadeneira, director ejecutivo de Viñedos Calcu, especificando que comenzaron a trabajar en esto el 2004 y que, actualmente, tienen una producción de 25 mil cajas.
Las parras están plantadas tipo gobelet, que se adaptan de forma única, debido a que no cuentan con ningún soporte, y no todo se cosecha al mismo tiempo, pues depende de la planta. Es 100% manual con una doble selección de racimos y uvas. Todo esto, sumado al respeto por el lugar y a la mínima intervención en bodega, dan vinos que son un reflejo de su terroir, bastante frescos y expresivos.
El portafolio de Calcu, nombre que nace de un juego de palabras y que significa cerro de piedras, está compuesto, actualmente, de siete variedades, ya que se acaba de incorporar su Syrah, las que se encuentran a cargo del enólogo jefe Rodrigo Romero.
Sauvignon Blanc 2022. Con una nariz fresca, cítrica, con algo de fruta madura y un dejo herbal y granítico, aparece este vino que está hecho de 70% de Sauvignon Blanc y 30% Semillón, cepa que aporta notas más golosas y cremosidad en boca. Es un vino de una acidez elegante, no filosa, lo que lo hace fácil de beber y no cansa, como otros exponentes. Es algo más complejo, lo que le permite ser más versátil al momento del maridaje, por lo que además de ostras o pescados blancos también podría ir con alguna carne blanca.
Rosé 2022. De un suave color rosado y una nariz donde se percibe granada y pomelo es este vino que cuenta con 65% Malbec y 35% Petit Verdot. La boca no es nada de golosa, por lo que presenta una rica acidez con un leve amargor final. También posee cierto volumen, resultado de la autolisis, ya que el vino es dejado con sus borras entre 21 a 25 días.
Malbec 2019. Con una nariz expresiva, bastante frutal, pero compleja, donde hay algo especiado y floral, es este vino que posee un 5% de Cabernet Sauvignon. Sedoso y equilibrado con una fruta fresca bien marcada.
Syrah 2020. Esta es la novedad, por lo que también cuenta con otro formato de botella, estilo Borgoña. Posee un 4% de Petit Verdot. En su nariz se percibe fruta negra y violeta, mientras que su boca es fresca, jugosa y elegante.
Cabernert Franc 2020. De nariz profunda, donde se equilibra bien la fruta y el campo es este vino que tiene un 3% de Petit Verdot y un 2% de Carmenere. Posee una boca con personalidad, fresca, con un componente cárnico y mentolado, donde predomina la fruta negra, tabaco y especias. Sedoso, con buen cuerpo y estructura.
Carmenere 2020. Este es un vino consecuente con la variedad, tanto en nariz como en boca. Posee un porte de 5% de Cabernet Franc y 5% de Petit Verdot. Es expresivo con una fruta marcada, que deja entrever al final algo herbal y floral, además de un dejo de pimentón asado. Equilibrado y aterciopelado.
Cabernet Sauvignon 2020. Nariz pronunciada que permite revelar capas frutales, florales y grafíticas. En boca tiene una fruta roja marcada, además es sedoso, jugoso y concentrado, demostrando elegancia y estructura. Para el enólogo jefe, esta es la cepa que mejor se ha adaptado y que mejor demuestra el origen. ☆ LO.
IMG + TXT ©️ / Visitado en abril 2023