Fechoría es una palabra que nos remite a algo que tiene un grado de maldad. De ílicito. Y si bien este restaurante italiano ubicado en el piso -1 del Icon Hotel Santiago, situado a pasos del Metro Manquehue, en Las Condes, no tiene nada de prohibido, sí busca hacer alusión a la atmósfera de la década de los ‘50 del país que lo inspira. Por eso, su estética y decoración, donde predomina el mantel largo y mozos de traje – intencionalmente todos hombres-, genera un aura sofisticada.
Este restaurante, que ya cuenta con un año de historia, pues abrió sus puertas el 2023, está comandado por Alessandro Tridenti, oriundo de Venecia, Italia, quien también ha trabajado en Bélgica y Uruguay. Su propuesta no es del todo purista, y ahí, justamente, podría estar la fechoría, ya que además de varios clásicos, también hay ciertas reversiones o creaciones.

Para lograr estos sabores golosos, también frescos y, en algunos casos, de aura casera, el uso de la materia prima es vital, tal como sucede en la cocina italiana, por lo que se busca insumos nacionales de óptimo nivel, mientras que otros son traídos desde Italia.
Para comenzar hay varias de las preparaciones que se suelen encontrar en los antipasti italianos, como es el caso de las Bruschetta, que acá se trata de un trío, de generoso tamaño, que ocupa como base un buen pan de masa madre, realizado en el lugar, y que va coronado con diferentes ingredientes que van cambiando a diario, pero que puede ser algún pescado, verduras, quesos y charcutería.
Pasando a lo marino está el infaltable Carpaccio di Tritico di Pesce, es decir, que ocupa de base tres pescados: salmón, atún y pez espada, muy usado en el sur del país de la bota. Lleva un símil de la salsa del Vitello Tonnato, receta del norte, de la región del Piamonte, que se elabora con pez, anchoas, mayonesa, jugo de limón y aceite de oliva. Esta versión aporta mayor profundidad a las delgadas láminas de los diversos pescados, que se perciben delicadas en boca, y que toman algo de crocancia y frescor gracias al mix de verde que las rodea.

Otra es la Burrata Caponata Pesto, que tiene como protagonista a este queso, que es traído de Puglia, sur de Italia, de muy buen sabor y consistencia, aunque fue servido algo frío. Su cremosidad láctica se encuentra con las otras suaves texturas de esta receta típica de Sicilia, la Caponata, que es un guiso elaborado principalmente con berenjenas, apio, tomates, aceitunas y alcaparras, que esta versión llega sin todos los ingredientes, con una acidez más baja a la original, pero con la esencia de la preparación, que se potencia con una dosis de pesto, que también regala algo de color.

Luego vienen las pastas, las que son hechas de la forma tradicional, es decir, con sémola, agua y un poco de harina, lo que permite que sean suaves y livianas. Un buen ejemplo son los Tagliatelle Gamberi e Esparagi di Stagione, unas largas, tersas y sabrosas tiras de masa oscura, en este caso teñidas de carbón vegetal y no de tinta de calamar, como suele ser cuando llega de este color, para que tenga un sabor más discreto, que se eleva gracias a una salsa bernese, unos sabrosos camarones y unos irresistibles espárragos, no solo porque llegan crocante por fuera y terso por dentro, sino también con un marcado sabor, que logran luego de un baño de brandy.
Le sigue Trofie alla Norma in Tortino, una receta sorprendente e imperdible. Esto porque la berenjena se vuelve a lucir, en este caso para hacer de caparazón de una golosa combinación, que en su interior alberga tomate cherry y salsa de tomate, mezcla que le hace un guiño a la ya nombrada Caponata. Pero hay más, ya que contiene una dosis de pasta, que se enuncia como Trofie, típica de Génova, pero que por sus dimensiones y grosor se aproxima más a una Casarecce, originaria de Sicilia. Va coronada con una ricotta hecha en el lugar y una dosis de pecorino, ese queso hecho a base de leche de cabra, que le da otro grado de profundidad.

Un infaltable para quienes gustan de platos de espíritu otoñal, que parecieran que te abrazan, y con una trufa presente es el Risotto alla Mantovana, que si bien no está en carta, quienes la solicitan la preparan en el momento. Y, por favor, háganlo, debido a que su aroma te seduce desde el primer momento gracias a la trufa, que en boca se potencia con una pancetta y porción de carne que se mezcla con un goloso arroz que llega en su punto.
Ahora, para optimizar aún más esta experiencia de sabores, desde noviembre Fechoría comenzará a ofrecer una carta de vinos italianos, distribuidos por Tánico y Diego Edwards, que fue el resultado de una curatoría a cargo de la experta Carla Urrunaga.

Gracias a esto es que se podrá disfrutar diversos prosecco, como BelStar, de un perlado elegante, que lo hace refrescante y fácil de beber, o de Butterfly Astoria, con algo más de estructura y de delicadas, pero persistentes, burbujas.
Para maridar con blancos está Santi Colforte Soave 2022, que se produce de la variedad Garganega, que nacen cerca de Verona, y que posee una nariz aromática, donde destacan las flores blancas, una boca untuosa, sedosa, de acidez controlada. En los tintos está Granaio, un Chianti Classico, con ese color rubí y nariz intensa de varias capas, que caracterizan a estos vinos, siendo jugoso y con estructura.

Ahora, para dejar la Toscana e irnos al sur está Pilúna 2022, un Primitivo de Salento con una marcada nariz de fruta roja, en especial cereza, de carácter jugoso y muy frutal. Con más burbujas y cuerpo ligero, que puede servir para acompañar los postres, está Fortanina La Luna, Spago, que debe su nombre a su carácter biodinámico con el que es producido por Cantina Ceci, dirigida por cuatro mujeres y que tiene un amplia experiencia en Lambrusco, por eso, la variedad, Fortanina, es elaborada como si se tratara de ese tipo de vino frizzante, por lo que regala un dulzor algo mayor, una seductora espuma y nariz y boca frutal, que responde a un gran final. ☆ LO.
☆ ¿DÓNDE?: Alonso de Córdova 6050, Las Condes, Santiago. Para ver dónde está pincha AQUÍ.
IMG + TXT ©️ / Visitado octubre 2024