#LOENLAMESA – ¿Por qué el caviar es lujoso y cómo logra su fama mundial?

<strong>Loreto</strong>  Oda Marín

Loreto Oda Marín

Periodista y licenciada en comunicación social con un hambre gigante por todo lo que tiene que ver con gastronomía, coctelería, hotelería y viajes.

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Este exótico producto que consiste en huevas de esturión curadas en sal se popularizó en los años ‘20, siendo desde entonces sinónimo de exclusividad. Conoce acá el por qué y cómo es la mejor forma de degustarlo.

Caviar suele ser sinónimo de lujo y los responsables de esto son la dupla de hermanos armenios, Melkon y Mougcheg Petrossian, quienes lo introdujeron en París, Francia, y en 1920 se lanzaron a su importación luego que el producto causara furor por lo exótico y novedoso, principalmente, entre los snob y nuevos ricos de aquella época. Tal fue su éxito, que hasta la década del ‘80 manejaban más de la mitad del mercado mundial de este producto. Sin embargo, desde mucho antes, los rusos ya sabían que estas huevas de esturión curadas en sal eran todo un manjar. 

Si bien, los primeros en consumirlo habrían sido los persas por considerar que les otorgaba fuerza y resistencia física para sus batallas, además de atribuirle propiedades medicinales, en la Edad Media era un producto menospreciado, ya que en el siglo XII los pescadores rusos vendían el esturión, pero ellos se quedaban con los despojos, es decir, las vísceras y sus huevas, las que salaban para alargar su conservación. Luego las envolvían en un paño y enterraban en las orillas del mar, un método muy antiguo utilizado por algunos hasta el día de hoy. Con el tiempo, se hizo popular en ese país, ya que en tiempos de cuaresma era una alternativa para quienes no podían pagar por pescado o carne.

No obstante, las huevas de este pez de origen prehistórico fueron ganando fama y llegaron a la mesa de la nobleza, para después pasar a la de los zares, siendo Catalina II, llamada La Grande, quien lo popularizó en el siglo XVIII, convirtiéndose en un imprescindible de la elite rusa.

Se piensa que su entrada en la alta cocina en el otro lado de Europa fue tardía producto del desagrado que percibió, en el mismo siglo, el poderoso monarca francés Luis XIV, conocido como el Rey Sol, cuando probó este producto, un regalo en nombre del zar Pedro el Grande, y fue tal su repudio que lo habría escupido con violencia sobre una de sus alfombras en el palacio de Versalles. Al tiempo, habría sido el multimillonario Charles Ritz quien consolidó el consumo del caviar en la gastronomía gourmet al incluir este producto en varias de las recetas de sus exclusivos hoteles.

Caviar producido en Chile por Kenoz.

☆ ¿Por qué su alto precio?

Existen distintos caviares, como el de salmón, pero es el de esturión el que llega a la categoría de premium, debido a que cuenta con varias características que lo hacen particular.

Se debe tener presente que existen unas 25 variedades de este pez, pero solo tres de ellos producen este tipo de caviar: osetra (oscietra), sevruga y beluga, el más exclusivo, ya que fue durante un tiempo sobreexplotado para obtener sus huevos, por lo que estuvo en peligro de extinción. A raíz de esto, su producción está muy regulada y las granjas que lo cultivan, porque no se pueden obtener de forma salvaje, deben invertir mucho dinero en su mantención. 

El beluga se encuentra, principalmente, en mares cerca de Rusia y Oriente Medio, como el Mar Caspio, por lo que sus costos de importación suelen ser altos. Actualmente, el principal productor mundial es China, seguido de Francia e Italia, mientras que en Chile también se están cultivando, gracias a Kenoz, productora y tienda de caviar. 

Nosotros empezamos con el caviar hace 12 años y llevamos recién 3 años comercializando. Trajimos solo lo mejor, no me gustan las cosas más o menos. Por eso, tenemos beluga, sevruga  y osetra, y, por el momento, estamos comercializando solo este último; los otros vienen porque están un poco jóvenes todavía, ya que a algunos les faltan de 3 a 5 años. Lo que estamos produciendo es de lo mejor que hay”, explica el chef belga Rudi Scholdis, quien es director culinario de Kenoz, mientras que su esposa, Jennifer Meriño, es la gerente de planta, además de ser caviar master.

Otro factor es que para obtener las huevas se debe esperar un largo tiempo, debido a que la hembra demora en madurar hasta 20 años, y luego las libera, un proceso que se lleva a cabo de forma manual. 

Spaghetti al Caviale, con caviar, en Amandine Bistró.

☆ ¿Cómo comer el caviar?

Si bien hay recetas con esta delicatessen, una forma de degustarlo es acompañándolo de un shot de vodka, aunque también puede ser con algún gin de notas acorde a este producto o un destilado puro. “Tu vas a París a un night club o a una disco para personas con dinero y te piden el vodka o gin y caviar. También se puede hacer con tequila o un buen pisco”, afirma este cocinero que también está a cargo de la cocina del restaurante Amandine Bistró del hotel Hyatt Centric Santiago.

El primer sorbo es el encargado de envolver la boca y despertar los sentidos. Luego pones un poco de caviar en la mano, entre el dedo índice y pulgar, y lo lames apretando suavemente estas huevas contra el paladar para dejar que su suavidad y sabores inunden todo.

Otro estilo, más propio de Estados Unidos, es comerlo con blinis y crema ácida, además de otros acompañamientos. 

En Estados Unidos el caviar se degusta con blinis y crema ácida.

Ahora, ¿cómo distinguir cuando se trata de un buen caviar? Puede ser la gran pregunta para los primerizos. El caviar de esturión es de color gris perla y su tamaño varía dependiente del tipo, pero puede ir de los 2 a los 3 mm. Uno óptimo se caracteriza por ser en boca elegante, delicado, como mantequilla, con notas a nuez, y un dejo salino, no con un sabor a mar invasivo y poco sutil. Además, es profundo y de largo final. Según Rudi, los de bajos estándares saben a barro o lodo, muy poco fino; su sabor se va muy rápido; y, en el final, queda un gusto a pescado y nada de su fina salinidad .

La gente que conoce el caviar nunca va a optar por uno de mala calidad”, sentencia Rudi con esa pasión que brota de él cuando habla de este insumo, mientras sutilmente se lleva a la boca un poco de caviar. Entonces, cierra los ojos y al abrirlos dice, en ese español que aún le sale a tropezones, “me siento como si estuviera al lado del mar”. Y uno lo cree, pero, mejor aún, lo siente cuando hace estallar con delicadeza las huevas de esturión contra el paladar y el mar se hace presente. ☆ LO.

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