MENDOZA #ARGENTINA #PARTE 2 – Vino y comida, el matrimonio mendocino

<strong>Loreto</strong>  Oda Marín

Loreto Oda Marín

Periodista y licenciada en comunicación social con un hambre gigante por todo lo que tiene que ver con gastronomía, coctelería, hotelería y viajes.

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Durante la temporada invernal muchos turistas, en especial brasileños, viajan para disfrutar de la nieve y recorrer sus viñedos, dos de los principales atractivos de la que también es Capital Mundial del Vino, pues integra la red mundial Great Wine Capitals.

Mendoza ostenta diversos títulos. Capital Iberoamericana de la Armonía Gastronómica Protagonista del Vino, según la Academia Iberoamericana de Gastronomía, y Capital Mundial del Vino, pues integra la red mundial Great Wine Capitals, son algunos de ellos. Y es que para entender la ciudad tanto la comida como el vino son fundamentales.

Durante la temporada invernal muchos turistas, en especial brasileños, viajan para disfrutar de la nieve y recorrer sus viñedos, dos de los principales atractivos. Y es que la oferta es amplia, dado que existen 900 bodegas, de las cuales 209 se encuentran abiertas al turismo, mientras que todas producen el 70% de los vinos del país, de acuerdo a los datos del Gobierno de Mendoza. En otras palabras, la provincia conformaría la red de enoturismo más grande de Latinoamérica. 

Por eso, más allá de las viñas que existen en los alrededores, la ciudad vive y vibra en torno al vino, algo que queda en evidencia al mirar la cantidad de comercio especializado y al ver el número y tipo de etiquetas que ofrece cada una. 

Muchos de los restaurantes de Mendoza son de bodega. Estos tienen una gran tracción de turismo. Por ende, las cocinas están abocadas a mostrar la gastronomía y los productos que la misma provincia tiene para ofrecer en conjunto con los vinos que aquí se elaboran, por lo tanto, el lazo entre unos y otros es muy estrecho. Hay otros restaurantes que tienen otra búsqueda y muestran otra perspectiva, pero siempre el vino es un gran acompañante”.

Sommelier Camila Torta
Camila Torta. IMG © Loreto Oda M.

Es así como se puede conocer una gran cantidad de vinos, incluso, sin tener que salir de la ciudad y visitar las bodegas, que es el panorama más recurrente. Es más, es una buena oportunidad para adentrarse en otras cepas que están en auge en este lado de la cordillera.

En el último tiempo el Cabernet Franc ha encontrado su lugar en los viñedos y se ha dado a conocer con los consumidores. Grandes vinos de esta variedad han surgido últimamente. Cepas como la Garnacha o las Criollas se están empezando a hacer visibles y están siendo foco de muchos productores de calidad, ya que hay una tendencia mundial por buscar vinos más frescos y ligeros".

Camila, quien viene de una familia que se ha dedicado y vivido en torno al vino.

Pero no todo se queda en los tintos, dado que las blancas también han ganado espacio, siendo un ejemplo el Semillón que ha sido un boom en el último tiempo gracias a su  versatilidad de dar desde vinos simples y frescos hasta complejos y sofisticados. 

A pesar de estos nuevos destellos, Camila Torta no quiere quitarle el sitial que le corresponde a la cepa insignia de la ciudad. “El Malbec es y debe ser siempre el gran protagonista, ya que no existe un solo Malbec, si no que existen tantos como zonas y productores se puedan encontrar. El potencial que este tiene para moldearse y poder mostrarse de diferentes maneras me parece más que valioso”.

Por eso, esta variedad sigue siendo una de las protagonistas de las cartas de restaurantes, donde sobresalen los de carnes, por esa calidad que ha hecho tan famoso al producto argentino, y las de diferentes preparaciones con fundamentos italianos, como pastas y pizzas.

IMG © Loreto Oda M.

Otra de las estrellas del menú mendocino son las milanesas, esa carne, por lo general de vacuno, apanada que bien recuerda nuestra Escalopa Kaiser chilena, aunque claro que existen ciertas diferencias en su preparación, pues mientra la argentina es solo a base de pan rallado, mientras que la nacional lleva harina. Eso sí, se debe tener en cuenta que hay que tenerle respeto a las proporciones, dado que en eso no hay mesura.

Fuente y Fonda es un ejemplo, pues incluso la porción individual es considerablemente grande. Este lugar, que queda frente a Plaza Italia, te envuelve desde que cruzas la puerta con su aura hogareña y cargada de historia. “Un homenaje a las abuelas y madres que durante mucho tiempo nos alimentaron el corazón”, es parte de su slogan y, por lo mismo, se puede leer en una de sus paredes.

Entre muchas otras delicias de su acotada carta la milanesa no podía faltar. Las hay de dos tipos y una de ella es napolitana, es decir, encima lleva jamón, queso derretido y salsa de tomate, con una carne delgada y sabrosa envuelta en un buen batido. Todo esto acompañado de una porción de unas sabrosas y crujientes papas fritas más una dosis de ensalada.

Fuente y Fonda. IMG © Loreto Oda M.

Ahora, si el grupo es grande y la curiosidad superior, lo mismo que las ganas de comer, está el Bodegón El Gallego, que desde 1980 prepara esta y otras recetas. En su carta puedes encontrar hasta diez tipos de milanesas para compartir, pero lo bueno es que se puede dividir, por lo que es posible pedir mitad de un tipo y el resto de otro. Así, todos quedan contentos. Además de la tradicional y las versiones más populares está la Marinita, con jamón crudo, tomate, ajo y rúcula; y la Del barrio con spaguetti al pesto encima para quienes no se resisten a las pastas. Obviamente, esto acompañado de papas fritas de buena factura, un inseparable match.

LAS ESTRELLAS DE MENDOZA

Desde el 2023 que la ciudad tiene otro ingrediente que ofrecer al menú gastronómico mendocino, dado que la prestigiosa Guía Michelin llegó a Argentina y dejó en Mendoza cuatro estrellas más 15 placas de restaurantes recomendados, como 1884 Francis Mallmann y Centauro.

Uno de los pasos del menú de Azafrán. IMG © Loreto Oda M.

Zonda, Cocina de Paisaje, del chef Augusto García; Casa Vigil a cargo del cocinero Iván Azar; Brindillas comandado por Mariano Gallego; y Azafrán con Sebastián Weigandt detrás de sus fogones, son el cuarteto seleccionado, mientras que los dos primeros más Riccitelli Bistró recibieron una estrella verde al ser restaurantes sostenibles.

Era un sueño en mi vida, pero siempre lo consideré muy lejos, dada las circunstancias del país en donde vivo, nunca me imaginé que Michelin pudiese marcar. Fue como una sorpresa muy grata, pero no era mi objetivo. Lo mío es hacer las cosas lo mejor posible todos los días. Eso hizo que la conducta de Azafrán, de todo el equipo, nos permitiera ganar una estrella”.

Sebastián Weigandt, quien actualmente tiene un menú denominado Argentina, con el cual busca mostrar Mendoza y el país, ya sea gracias a insumos y recetas clásicas, mientras que el maridaje está a cargo solo de etiquetas locales y nacionales.

Que haya venido una guía y haya descentralizado la gastronomía argentina es sumamente importante, es muy bueno para Argentina en sí porque todas las provincias tienen restaurantes muy buenos, de gran calidad, nada más le falta visibilidad, flujo de gente. Creo que esto hace que trabajemos de otra manera, mucho más unidos”, agregó el chef del restaurante ubicado sobre la avenida Sarmiento, al tiempo que añadió que “en Mendoza hay mucha unidad, los cocineros somos muy amigos, el éxito de uno es el éxito del otro, en el buen sentido, entonces hay un empuje continuo por que nos vaya bien a todos”. ☆ LO.

IMG + TXT ©️ / Julio 2024

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