☆ Basada en la nota que escribí para Wherelunch.com.-
Una pequeña Italia. Eso es lo que busca ser Casa Giardino, un espacio de tres ambientes: una terraza exterior sobre Alonso de Córdova; un interior medio escondido, donde abundan las plantas y el vidrio; más una terraza exterior protegida, la que está en desarrollo.
Que la propuesta se centrara en sabores italianos no fue materia de mucho análisis considerando que el chef ejecutivo es Tomás Raggi, con antepasados en el país de la bota. Una apuesta que terminó en coincidencia con el boom de restaurantes de este tipo por el sector.
Fue en octubre del 2023 cuando Casa Giardino realizó el primer servicio con la idea de mostrar a través de su carta diversas recetas de la nación que la inspiró, respetando las preparaciones tradicionales y enfocándose en el producto.
Umberto Tozzi, Toto Cutugno, Loretta Goggi son algunos de los artistas románticos clásicos que suenan de fondo, colándose muy pocas veces versiones en español, un detalle que contribuye a que la impronta italiana no se pierda en ningún minuto de la experiencia, la que podría arrancar con una buena Burrata Frita, que destaca desde el primer momento por su presentación. Como bien dice su nombre, este queso italiano viene envuelto en una delgada masa napolitana, de buena factura, la que descansa sobre una sabrosa salsa pomodoro, con toques de albahaca, que al ser servida en una justa ración se complementa muy bien, sin quitarle protagonismo.
Siguiendo en el mundo de la burrata está otro fresco plato que viene con duraznos asados, Burrata e Pesca, y toques de pesto genovés, que es un gran match.
Un poco más atrás en elegancia de sabores y presentación están las Olive All’ascolana, que consiste en aceitunas verdes rebozadas en dos carnes, vacuno y pollo, y acompañada en salsa pomodoro.
Ahora, el Carpaccio di Bresaola al limone vuelve a estar en sintonía con las otras entradas, ya que consiste en unos finos y sabrosos cortes de ternera curada, que vienen acompañados de rúcula y unas dosis, algo justa, de alcaparra, queso parmigiano reggiano y una salsa que aumenta la frecuencia de sabor.
Al momento de pasar a los fondos las pastas destacan, ya que son elaboradas en el lugar, con harina de grano duro, y servidas en su punto, en otras palabras, al dente. Para que la gente se vaya interiorizando, en la carta hay un apartado para explicar en qué consiste las que se fabrican allí: spaghetti, tagliatelle, pappardelle y chitarra.
Alle vongole, que son esas almejas pequeñas típicas de esta preparación italiana, es una de las que abre este apartado y es una gran elección porque al primer bocado te trasladas a la costa del sur de Italia, ya sea en la Campania, Calabria o Puglia. Sobre unos suaves spaghetti, esa pasta larga, cilíndrica y delgada bastante común en las casas, aparecen estas almejas, que son cocinadas con vino blanco, un toque de ajo y de peperoncino, que le aporta algo de picor, el que se equilibra con la dosis de tomates cherry, una pequeña variante.
Otro imperdible es un clásico de la zona de la Toscana, los Pappardelle al Ragú, es decir, una pasta larga, plana y ancha que viene con un ragú bolognese de un sabor profundo, gracias a la cocción de dos a tres horas de carne de vacuno, cerdo y longaniza ahumada, que te cautiva y transporta.
En el mismo nivel está la que Casa Giardino busca potenciar como de la casa: la Carbonara. Y lo cumple, dado que se apega a la receta romana real, lo que implica que los spaghetti llegan con esa cremosidad que caracteriza a este plato, que se logra solo con la cocción de la yema de huevo y el queso pecorino romano. La dosis de pimienta va en sintonía, lo mismo que la crocancia del guanciale que lo corona.
En los postres se bajó unos peldaños. En el caso de los Cannoli, la masa crujiente estaba algo al debe, mientras que los rellenos, tanto del pie de limón como el de dulce de leche cumplían en sabor y consistencia. Algo similar pasó con el Tiramisú, que no logró estar a la altura.
La barra cuenta con destilados, licores -algunos italianos-, cervezas, mocktails y una acotada carta de vino, la que esperan aumentar durante marzo para llegar a unas 45 etiquetas.
En el mundo de la coctelería hay clásicos, de autor, reversiones y un apartado especial para los sour. Uno de impronta italiana es el Limoncello Sour, variación en la que el pisco es reemplazado por ese típico licor italiano hecho a base de limón. Si no eres fanático de los cocktails dulces, se recomienda pedirlo sin goma. De todas formas, te encuentras con una buena espuma, acidez discreta y un limoncello presente.
Si bien aún se están ajustando los sabores, dentro de los buenos exponentes está la interpretación de un clásico: Negroni Nibs, con un buen hielo llega esta creación que tiene vermouth macerado en cacao como sello diferenciador. Haciendo un guiño a otro clásico está Hugo Spritz, el que cumple con la efervescencia y estructura de este refrescante cocktail que acá tiene licor de sauco y pomelo, además de espumante y soda. Otra receta que busca hacerte sentir como en Italia. ☆ LO.
☆ ¿DÓNDE?: Alonso de Córdova 4125, Vitacura. Para ver dónde está pincha AQUÍ.
☆ Basada en la nota que escribí para Wherelunch.com Para verla pincha AQUÍ. Su Instagram: @wherelunch
IMG + TXT ©️ / Visitado en marzo 2024
