Púrpura o rubí brillante. Aroma a frutas rojas frescas. Un cuerpo ligero, con unas burbujas delicadas y juguetonas. A veces un tanto dulce, en otros casos más bien seco. Esas son algunas de las características que enamoran del Lambrusco, vino italiano tinto frizzante que posee Denominación de Origen Protegida [DOP], por lo que se puede elaborar solo en la región de Emilia Romagna, contemplando cuatro zonas, todas con alto contenido de sales minerales en sus suelos: Módena, Parma, Reggio nell’Emilia y Mantova.
En Italia existen más de 350 cepas, mientras que de esta variedad la cifra supera los 40 tipos. Si bien, no hay una fecha exacta de sus orígenes, hay registros de su cultivo que se remontan a la época de los etruscos, siendo una de las uvas autóctonas más antiguas de Europa. Este espumoso ligero y fresco ganó fama en la Edad Media cuando era el clásico acompañamiento del pan y la charcutería, un insumo de renombre en esa zona céntrica del país.
Los primeros vestigios cuentan sobre un cierta labrusca vitis, descendiendo de la vitis silvestris, una cepa silvestre presente en Italia desde la antigüedad y considerada mal adaptada a la elaboración de vinos por su dureza [los romanos la llamaban vitis labrusca]”
Su elaboración ha ido evolucionando, debido a que en sus inicios se ocupaba una técnica similar al champenoise [después de una primera fermentación y embotellado, se produce una segunda fermentación alcohólica en la botella], para luego pasar, desde 1960, al método Charmat [atrapa las burbujas en el vino a través de la carbonatación en grandes tanques de acero].
Por su estilo y personalidad el Lambrusco es el vino del antipasto, es decir, del picoteo, pero también de la trattoria, dado que es un buen maridaje para preparaciones más ligeras, entre ellas, pastas. Una tarde calurosa o un atardecer son algunos de sus spot preferidos. Lo que sí hay que tener en cuenta, que lo ideal, afirman desde Tánico Chile, es contar con un exponente del año, ya que lo primero que se pierde es la burbuja. Se recomienda traer a la mesa bien frío y no utilizar hielera, dado que impacta en su azúcar.
Ceci es una cantina que produce Lambrusco desde 1938 y es un negocio familiar en el que participan 5 hermanos, cada uno a cargo de una parte de la empresa. Esta marca llega a Chile de la mano de Tánico y estos son algunas de sus etiquetas.
☆ Lambrusco Rosa. Amabile. Giuseppe Verdi. De un color rosado pálido aparece este vino ligeramente frizzante, con unas burbujas elegantes, de un dulzor controlado y que posee 8,5° de alcohol. Va bien como aperitivo, por lo que es un gran compañero de tablas, donde no pueden faltar ciertas masas, pan, frutos secos y quesos maduros. Es un gran aliado para comenzar, por lo que puede prescindir de comida.
☆ Antico Bruscone. Giuseppe Verdi. Elaborado con el método Charmat en tanques de acero inoxidable aparece este Lambrusco más tánico que el anterior y con 11° de alcohol, de una espuma sutil que desaparece rápidamente, nariz frutosa y con una fruta presente, pero más madura.
☆ Lambrusco Amabile. Giuseppe Verdi. Con una nariz más envolvente, de fruta roja marcada, con notas a violeta, y una boca algo más dulce, redonda, fresca, de cierta acidez y suaves taninos llega este exponente con 8,5° de alcohol, que posee una burbuja y espuma más persistente, y un ribete violeta sutil. Por su carácter y estilo, es la mejor alternativa a la hora de empezar o para instancias de terrazas y atardeceres. También queda bien en coctelería, como spritz y sours. Si se trata de maridaje va bien con frutos secos, quesos maduros, charcutería, pero también con una empanada chilena o una tortilla española.
☆ 1813. Terre Verdiane. Lambrusco Amabile. Más expresivo, con una alta presencia de fruta roja, una burbuja y acidez más pronunciada, es este vino de 8,5° que nace de un terreno mineral.
☆ Otello Nero di Lambrusco. Considerado el padre de los Lambrusco, ya que ha sido elegido por 16 años como el mejor y ha sido destacado por su origen orgánico. Con una burbuja elegante, dulzor preciso, una boca con mayor cuerpo, gracias a una carga tánica más potente, buen frescor, un final más largo y más capas de sabor, donde predomina las moras y frutillas, seduce esta etiqueta con 11° de alcohol. En el maridaje es un gran match de embutidos italianos, pastas y risottos de buena estructura, quesos maduros medios y ciertas carnes a las brasas.
☆ Fortanina La Luna. Esta cepa, fortanina, cuenta con una producción pequeña en Emilia Romagna. Se trata de un vino biodinámico, elaborado de acuerdo a las fases de la luna. Proviene de un terroir mineral, por lo que logra una buena acidez final. De 7° de alcohol, es el más vendido en Chile de este portafolio. Fruta roja, cereza negra, especias y notas florales aparecen en su interesante nariz, mientras que posee una espuma consistente, un cuerpo ligero, una textura tánica leve, además de cierto dulzor. Es fresco y de final largo. Va bien con frituras, quesos, embutidos tradicionales, pescados de contenido medio graso, ostras y postres a base de cremas de vainilla y frutillas.
IMG + TXT ©️ / Catado en agosto 2023
