☆ Nota que es parte de una colaboración mensual para el newsletter del Mapa de Barmaids & Afines.
El vino y los viajes son algunas de las pasiones de Sofía Ruiz, mexicana de nacimiento y norteña de corazón, licenciada en gastronomía con especialización marketing y sommelier de vinos y habanos, certificada en México y en Cuba, con estudios y prácticas laborales en el extranjero, como Francia y Argentina. Sin embargo, fueron los habanos los que han cambiado su camino y guiado su rumbo. Dedicarse a esto no estaba en sus planes, por lo que este tipo de tabaco, que es elaborado en un 100% en Cuba, la encontró y sedujo, para marcar desde hace unos años su filosofía de vida a tal punto que, actualmente, es embajadora de Marca para Habanos en México, siendo la primera mujer en realizar esta función en dicho país. Además, es Masters Habano Sommelier, certificación realizada en Cuba y otorgada por Habanos S.A., título que ostentan solamente ocho personas en su nación, de las cuales dos de ellas son mujeres.
Para Sofía, su familia y amigos son sus grandes tesoros. Su disposición y forma de hablar y relacionarse denotan lo importante que son los vínculos para esta integrante del Mapa Barmaids México y del proyecto internacional “Amigas del Habano”. Por eso, cuando nombra sus premisas y cómo pueden afectar al rubro uno deduce que de verdad cree en ellas y que las practica. Sin tapujos.
– Desde tu posición en el rubro, ¿cómo evalúas el tema de género en México tanto desde el gremio como desde el consumidor?
Creo que la mejor palabra para definir es: evolución. Estamos en una etapa de crecimiento y aprendizaje gracias al movimiento que han generado los colectivos y las nuevas generaciones. Desde el gremio se está abriendo la puerta a respetar y dignificar al personal gastronómico y de servicio, dejarnos de ver como un simple trabajo, o bien, una chamba cualquiera. Desde cada trinchera se está generando una cultura de reconocimiento al esfuerzo y empeño que como mujeres y hombres aplicamos a esta industria. Hoy en día se sigue batallando, se está en lucha de la igualdad salarial para hombres y mujeres. Lamentablemente, todavía existe la preferencia en cocinas y en ciertos puestos por el lado masculino, y existes sesgos por creernos el sexo débil.
Sin duda en unos años, y gracias al trabajo de colectivos, estaremos en un nivel en el cual la palabra género podrá tener realmente la profundidad y relevancia que tiene en otros países hermanos de habla hispana. Pero lo anterior no se puede construir sin un compromiso desde el lado del consumidor, gremio, empleador y, por supuesto, la sociedad. Debemos entender que somos un todo y buscar el camino de la tolerancia, empatía y respeto para ellas, ellos y elles, reconociendo su aporte en la industria gastronómica que, sin duda, para México es una rama fundamental y con un espíritu que vibra en cada cocina.
– ¿Y en Argentina?
Considero que Argentina ha sido precursor en este tema en comparación con otros países como, por ejemplo, México, en el cual vivo; que la lucha que se ha emprendido por hacer un tema de igualdad de género ha sido una revolución para que otras mujeres tuvieran la fuerza y valentía para levantar la voz y buscar sus derechos laborales y, por supuesto, humanos.
Los colectivos y grupos que se han formado han dado un refugio a la mujer, nos hemos sentido escuchadas, apoyadas y que estamos logrando formar un mensaje de unión y empatía entre nosotras. Considero que se ha puesto en el mapa el tema de educar desde casa y desde pequeños, tanto a varones como a mujeres; a entender el mundo en el cual vivían nuestras abuelas y madres, quienes no tuvieron otra opción más que vivir en una época donde la palabra género no existía, o bien, no se habla.
El mensaje de confianza y creer en una misma ahora se hace realidad; puedes soñar con ser piloto, policía o, en mi caso, trabajar en un medio que muchas veces ha estado y sigue dominado por el género masculino: el habano. Muy pocas personas lo saben, pero el habano, su espíritu y fuerza, lo otorgan las mujeres torcedoras que, en su mayoría, han dado vida desde el punto histórico, marketing y comercial a una de las principales industrias en Cuba.
Desde el tema del gremio ahora sabemos que tenemos derechos, que lo que sucedía en las cocinas y servicio no es normal; que los gritos, las malas palabras, el insulto NO son parte de la cultura gastronómica. Nos han dado las armas y educación todas las mujeres que están luchando para hacernos saber y sentir que existe otra realidad.
– En relación con esto, ¿qué es lo más fuerte que te ha tocado vivir?
El tener que probar mi conocimiento dentro de mi rubro, el pensar que por ser mujer tengo que esforzarme y estudiar el doble. Esto no quiere decir que no me guste estudiar o tratar de ser mejor en mi área, al contrario, soy una fiel creyente que el conocimiento y la preparación son la base para la vida y la superación personal y profesional. Que la información y mensaje que transmito no es lo correcto hasta que lo comprueban o se dan cuenta de que conozco el tema, siendo que he pasado por eventos y momentos en los cuales a un hombre, solo por ser hombre, se le cree aunque esté equivocado, porque no se le cuestiona de la misma manera o no se le pone en duda.
Ha sido duro abrir camino en un medio donde el 70% del consumidor y profesionistas son hombres, pero no imposible. Con conocimiento, pasión y determinación se han abierto caminos más fáciles de transitar para todas las mujeres que vienen y que están dentro de esta industria.
– ¿Cuál crees que es el gran cambio que faltaría accionar para poder comenzar a avanzar más en este tema?
El dejar de sexualizar a la mujer. Revertir el hecho que una mujer no pueda sentarse en un evento o mesa a fumar de la misma manera y seguridad con que lo hace un hombre. El abrir la industria a la mujer desde un tema de igualdad, respeto e inclusión. El ofrecer un espacio no sexualizado y libre para que puedan disfrutar de una cultura como es la del habano. El impulsar una comunicación respetuosa, que no se use a la mujer por su físico y por eso asociarlo al habano.
– En términos generales, ¿cuáles consideras que son actualmente los tres principales problemas de la industria de alimentos y bebidas?
Primero la salud mental. El estrés laboral que se vive es muy fuerte, ya que es una cuestión de estar en todo momento al 100%, resolver problemas y, sobre todo, en ocasiones cargar con emociones de los comensales, lo que puede llegar a absorber energía interna. Luego, la jornada justa de trabajo así como condiciones. ¿Cuántas veces hemos pasado 12, 15 o más horas en nuestra jornada laboral?, ¿cuántas veces hemos escuchado que la industria gastronómica destruye tu vida personal o familiar, ya que cuando todos descansan debes trabajar? Esto sigue pasando en pleno 2024. Cuando comencé la carrera gastronómica no tenía idea que tenía que sacrificar una parte de mí para estar dentro de la industria.
En cuanto a las condiciones, tener una hora de comida sana y relajada, en la cual mi mente pueda desconectar para estar lista para avanzar con los comensales ¿Cuántas veces ha pasado que terminamos comiendo debajo de una mesa y en 15 minutos, si es que comemos durante una jornada laboral? No somos máquinas, somos humanos que requerimos paz, estabilidad y descanso para poder desempeñar lo mejor posible nuestro trabajo.
Por último, los sueldos competitivos y prestaciones laborales garantizadas. Los sueldos en cocina son una burla para la economía actual ¿Por qué ser cocinero se considera un amor al arte? Y es que básicamente muchas veces los sueldos no son competitivos con los horarios y jornadas laborales. La industria gastronómica es la que menos seguridad social ofrece, en donde menos atención se le pone a la salud física, siendo el cuerpo nuestro medio para laburar y rendir la jornada.
– ¿Cuáles son los tres aspectos en que más se ha avanzado en los últimos 5 años?
Protección a la mujer. Crear un espacio seguro, sin miedo a ser violentada en ningún aspecto. A darle voz y vida a sus miedos, a marcar límites y respeto. Aumento salarial. En México ha habido un incremento salarial considerable, sobre todo para el área de servicio. Anteriormente se consideraba un sueldo mínimo, e incluso, en compañías no existía un sueldo como tal. Hoy las empresas ofrecen una paga justa y más equitativa comparada con otros puestos administrativos.
Y también vacaciones justas. Este punto ha sido el avance más importante desde mi punto de vista. En México por ley tenías derecho a 6 días hábiles por un año de trabajo, lo que parece una burla para el trabajador de jornadas de 10 o 12 horas diarias. Hoy, gracias al trabajo de colectivos y políticos, se ha establecido 12 días de descanso, un tiempo en el cual los trabajadores pueden tener un descanso de calidad y disfrutar de la vida.
– ¿Cómo podrías contribuir tú?
Actualmente, desde mi rubro se están creando campañas específicas para la mujer, espacios seguros y que les aporten herramientas de valor para la vida diaria. Ese fue el caso de “Nosotras Entre Humos”, evento realizado totalmente digital, dirigido a ellas, con contenido de valor como finanzas, cultural del habano, imagen, personas y experiencias gastronómicas. Cada una de las ponentes expertas en su tema nos compartió información valiosa que pudiera nutrir el día a día de nuestras visitantes fumadoras. En este evento tuvimos la fortuna de tener a María Paula Etchebehere, coordinadora general de Mapa de Barmaids México, que nos platicó de la gran labor que hacen y nos compartió una sesión acerca de maridajes de ron y habanos desde su expertiz.
Desde la parte profesional y personal, hemos creado una protección a la imagen de la mujer, tratando de generar contenido visual, presencial y publicitario sano y respetuoso, donde una mujer no se sienta sexualizada o incómoda en cualquier sentido.
Además, formo parte del proyecto internacional “Amigas del Habano”, colectivo de mujeres que pertenecemos a la industria del habano en diferentes países y que buscamos crear una proyecto de unión, empatía y apoyo entre nosotras, en el cual no solo hablamos del habano desde un punto profesional, si no que cuidamos de las necesidades personales de las integrantes, luchando desde nuestros espacios por todas ellas.
En lo personal trato de realizar y llevar a mi día a día una palabra que es fácil de pronunciar, pero difícil de llevar a cabo: empatía. Pensar en los zapatos de mis compañeros y compañeras, tratar de mostrarles una red de apoyo y hacerlos sentir cómodos; compartiendo mi conocimiento profesional y personal, brindándoles una mano para que se sientan parte este mundo y sociedad. Procuro estar pendiente de los proyectos, movimientos y actividades que se están gestando para impulsar el género; apoyar desde mi trinchera y con mis límites. Tal vez no todo el tiempo puedes estar en la lucha presencial, pero digital podemos hacer y apoyar la batalla. Creo que un gran reto ha sido transmitir esta revolución ideológica al interior de mi familia, sobre todo con mi madre que viene de una crianza conservadora y tradicional, compartir que hoy en día tenemos el derecho a decidir y forjar nuestro camino libremente.